México.- Con el estreno de la bioserie sobre la vida de Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, su historia personal ha cobrado gran relevancia.
Más allá del éxito televisivo con personajes como El Chavo del 8 o El Chapulín Colorado, la vida sentimental del comediante ha despertado curiosidad.
Especialmente por su relación con Florinda Meza y el divorcio de su primera esposa, Graciela Fernández.
En su libro Sin querer queriendo: memorias, publicado en 2006, Gómez Bolaños narró los conflictos internos que vivió al iniciar una relación con Florinda Meza, mientras aún estaba casado con Graciela, madre de sus seis hijos.
El conflicto emocional detrás del divorcio
El comediante reconoció que su vínculo con Florinda fue una de las decisiones más difíciles de su vida, al implicar una ruptura matrimonial que había durado más de dos décadas.
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“No es cualquier cosa la ruptura de unión como la de Graciela conmigo, que a pesar de las incompatibilidades, había perdurado por más de dos décadas”, escribió.
Asimismo, admitió la culpa que sintió por la infidelidad, una emoción que lo llevó a asumir toda la responsabilidad de lo sucedido.
La herencia millonaria para Graciela Fernández
Tras el divorcio, Gómez Bolaños buscó compensar los daños emocionales y garantizar el bienestar de su primera esposa.
De acuerdo con sus memorias, Graciela Fernández recibió dos casas, varios terrenos, muebles, uno de los automóviles favoritos del comediante y una suma considerable de centenarios.
Este acuerdo, considerado millonario, reflejó no solo la estabilidad económica que Chespirito quiso otorgar a la madre de sus hijos, sino también su deseo de cerrar ese capítulo con dignidad y respeto.
Un legado más allá de la televisión
La historia de su vida privada, marcada por decisiones complejas, complementa el enorme legado artístico de Gómez Bolaños. Hoy, su trayectoria y su faceta personal vuelven a estar en el centro de las conversaciones, gracias al estreno de su bioserie.