México.- El final de la serie Sin querer queriendo ha dejado al público conmovido y sorprendido.
El último capítulo muestra, con gran carga emocional, la intensa discusión entre Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, y su primera esposa, Graciela Fernández, al descubrirse la relación del comediante con Florinda Meza.
Esta escena, basada en hechos reales, ha revivido uno de los momentos más difíciles en la vida personal del creador del Chavo del 8.
Graciela Fernández, la mujer que lo acompañó en su ascenso
Graciela Fernández fue una pieza fundamental en la vida de Gómez Bolaños. Fue su esposa durante 23 años y madre de sus seis hijos, apoyándolo cuando su carrera apenas comenzaba.
En la serie, se muestra cómo Graciela se siente desplazada por el trabajo, las giras y la creciente cercanía entre Chespirito y Florinda Meza.
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La escena más fuerte ocurre cuando Graciela descubre una prenda íntima en la maleta de Roberto, señal inequívoca de una traición.
“¿Sabes qué estamos celebrando hoy? 23 años de casados y me dejaste plantada”, le recrimina, antes de exigirle que abandone la casa.
Florinda Meza, la tercera en discordia
La relación extramarital de Gómez Bolaños con Florinda Meza se convirtió en uno de los escándalos más comentados de la época.
En Sin querer queriendo, se aborda con realismo cómo Florinda fue ganando un lugar no solo en la vida profesional de Chespirito, sino también en su corazón, lo que finalmente rompió su matrimonio con Graciela.
El legado de una historia real
Graciela Fernández confesó años después, en un documental, el dolor que vivió.
“Cuando él se fue lo sufrí mucho, porque en esos 23 años fui muy feliz. Ese día me dijo ‘ya se te acabó tu cuota’ y Florinda se lo llevó”.
El cierre de Sin querer queriendo no solo honra la trayectoria de Chespirito, sino que también muestra el lado más humano de su vida: el amor, la traición y el dolor de quienes lo rodearon.