México.- Chespirito: sin querer queriendo, la serie biográfica sobre Roberto Gómez Bolaños, no solo ha revivido la nostalgia por sus personajes más icónicos, también ha abierto conversaciones sobre aspectos íntimos de su vida.
Uno de ellos es su relación con Graciela Fernández, la mujer que estuvo a su lado durante más de 20 años, madre de sus seis hijos y, según su propio hijo, el gran amor de su vida.
¿Qué pasó con Graciela Fernández tras separarse de Chespirito?
En entrevista con Mara Patricia Castañeda, Roberto Gómez Fernández, hijo mayor del comediante, compartió detalles poco conocidos sobre la relación entre sus padres. Aunque el matrimonio terminó, el lazo emocional entre ellos nunca se rompió por completo.
“Sí, lo amaba profundamente. Ella lo conoció de muy jovencita y fue testigo de todo su camino”, reveló.
Graciela fue quien acompañó a Chespirito desde sus inicios, cuando apenas era un joven con sueños en el medio artístico, hasta convertirse en el creador de El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, vistos por millones en todo el mundo.
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El apoyo nunca se fue: Chespirito siempre estuvo pendiente de ella
A pesar del divorcio, Roberto Gómez Bolaños siempre procuró el bienestar de Graciela. Su hijo destacó que nunca le faltó apoyo económico ni emocional, incluso hasta el último día de su vida.
“Siempre siguieron en contacto. Mi papá nunca dejó de apoyarla. En lo económico nunca le faltó nada”, compartió Gómez Fernández.
La describió como una mujer sencilla, que vivía con humildad y que nunca habló mal de su exesposo, ni siquiera cuando relataba momentos difíciles.
Un amor que nunca desapareció
Aunque ambos tomaron caminos distintos, el respeto y cariño entre ellos se mantuvo intacto. Roberto Gómez Fernández confesó que, incluso en privado, su padre nunca se quejaba de Graciela, y ella hablaba de él con ternura.
“Yo creo que fue hasta sus últimos días que mi mamá lo seguía amando”, aseguró.
Graciela, el amor discreto de una figura pública
Mientras Florinda Meza acaparó la atención mediática como pareja oficial de Chespirito en sus últimos años, la figura de Graciela Fernández ha permanecido más discreta.
Sin embargo, gracias al testimonio de su hijo, hoy se revela una historia de amor más silenciosa, profunda y duradera.
Más allá del matrimonio, lo que unió a Chespirito y Graciela fue una vida compartida, seis hijos y un lazo afectivo que el tiempo (y la separación) nunca logró romper.