México.- Con el intenso calor que se siente en muchas partes del país, mantener la casa fresca se convierte en una prioridad. Sin embargo, a veces, sin darnos cuenta, cometemos errores que hacen de nuestro hogar un horno.
Aquí te mostramos los errores más comunes y cómo puedes evitarlos para disfrutar de un ambiente más fresco sin recurrir al aire acondicionado.
Usar electrodomésticos que generan calor en horas pico
Muchos aparatos electrónicos y electrodomésticos emiten calor al funcionar, y usarlos en los momentos equivocados solo incrementa la temperatura ambiente. Por ejemplo: Cocinar usando el horno o la estufa por largos periodos durante las horas más calurosas del día.
¿Cómo evitarlo?
- Cocina de forma inteligente: Prepara platillos fríos o que requieran poco uso de estufa/horno durante el día. Usa el microondas, la licuadora o la parrilla eléctrica si es posible. Si necesitas usar el horno, hazlo en las mañanas o noches cuando la temperatura es más baja.
- Desconecta o apaga: Desenchufa o apaga los aparatos electrónicos cuando no los uses. No solo ahorrarás energía, sino que evitarás la emisión de calor residual.
No manejar correctamente cortinas y ventanas
La luz solar directa es el mayor enemigo de una casa fresca, y no controlar las aperturas y cierres es un error común.
Para evitarlo, cierra o bloquea el sol durante el día especialmente en las horas de mayor insolación (aproximadamente de 10 a.m. a 5 p.m.), mantén cortinas gruesas, persianas o toldos cerrados. Opta por cortinas de colores claros que reflejen la luz.
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Además implementa una ventilación estratégica; abre las ventanas solo durante las horas más frescas (muy temprano en la mañana o por la noche) para crear corrientes de aire que expulsen el calor acumulado.
Olvidar el mantenimiento de tu aire acondicionado
Si tienes aire acondicionado, un mal uso o la falta de mantenimiento puede reducir drásticamente su eficacia y aumentar tu factura de luz. De esta manera, no limpiar los filtros regularmente, ajustar la temperatura a niveles excesivamente bajos, o dejar puertas y ventanas abiertas mientras el aire está encendido son los errores más frecuentes.
Para evitarlo, limpia los filtros de preferencia cada mes o cada dos meses. Los filtros sucios hacen que el equipo trabaje más y enfríe menos. Además, mantenlo a una temperatura entre los 24°C y 26 °C
Finalmente, asegúrate de que puertas y ventanas estén bien cerradas y selladas (sin rendijas) para evitar que el aire frío se escape y el calor entre.
No Aprovechar la Vegetación
La naturaleza puede ser tu mejor aliada para mantener tu hogar fresco de forma natural. Por lo que, considera colocar plantas grandes cerca de las ventanas; ayudan a absorber parte del calor y refrescan el ambiente por transpiración.
Si tienes jardín, considera plantar árboles o arbustos que den sombra a las paredes y ventanas más expuestas al sol. Un techo verde también puede reducir drásticamente la temperatura interior.
Ignorar la ventilación cruzada nocturna
Dejar el calor atrapado durante la noche es un error común que hace que tu casa empiece el día ya caliente, esto estará impidiendo que el aire fresco de la madrugada disipe el calor acumulado del día.
Para evitarlo, crea corrientes de aire al abrir las ventanas en puntos opuestos de tu casa (si es seguro) durante la noche. Esto permite que el aire fresco de la madrugada circule y expulse el aire caliente que se acumuló durante el día. Asegúrate de cerrarlas antes de que el sol empiece a calentar intensamente por la mañana.
Al poner en práctica estos sencillos consejos, podrás disfrutar de un hogar mucho más fresco y confortable, reduciendo tu dependencia de sistemas de enfriamiento y, de paso, ¡ahorrando en tu recibo de luz!