Nuevo León.- La llegada del otoño a Nuevo León trae un respiro del calor intenso y pinta la naturaleza de tonos dorados, ocre y rojizos. Así que con la temperatura más fresca y los días más cortos, es el momento perfecto para explorar esos rincones que, en esta temporada, adquieren un encanto especial.
Este próximo 22 de septiembre inica la temporada y si buscas una escapada, te mostramos cuatro lugares que se transforman y se vuelven verdaderamente mágicos con el cambio de estación.
1. Parque Ecológico Chipinque
Chipinque es un clásico de Monterrey, pero en otoño su belleza se multiplica. A medida que las temperaturas descienden, el aire se vuelve más nítido y las vistas de la ciudad desde sus miradores son impresionantes. Los senderos se llenan de colores y el ambiente invita a una caminata relajada o a una sesión de ciclismo.
Es el lugar ideal para respirar aire puro y desconectar del ajetreo urbano, disfrutando de la paz que la naturaleza ofrece en esta época del año.
2. La Huasteca
Aunque conocida por sus imponentes formaciones rocosas, durante la temporada de otoño, La Huasteca adquiere un ambiente diferente donde las mañanas frescas son perfectas para escalar o caminar sin el sol sofocante del verano. mientras que el cambio de luz crea sombras dramáticas en las paredes de roca, dándole al paisaje una apariencia casi cinematográfica.
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Es el lugar perfecto para los amantes de la aventura y la fotografía que buscan capturar la majestuosidad de la naturaleza en su máxima expresión.
3. Las Grutas de García
Si bien las Grutas de García son impresionantes en cualquier temporada, la experiencia de visitarlas en otoño es única. La temperatura constante en el interior de las cuevas de 18 °C se siente mucho más cómoda cuando el exterior comienza a enfriarse.
El trayecto en teleférico ofrece vistas panorámicas del cañón, donde los colores de la vegetación comienzan a cambiar, creando un espectáculo visual que no te puedes perder.
4. La Cola de Caballo
Sin duda la Sierra Madre Oriental se convierte en un lugar diferente durante el otoño, donde puedes observar con detalle los colores de la temporada y que mejor que con una imagen de postal de su icónica cascada conocida por ser un oasis de frescura en el calor.
El clima más templado hace que la caminata sea mucho más agradable, permitiéndote disfrutar de cada rincón. Es un sitio ideal para un picnic o simplemente para pasar una tarde admirando la fuerza del agua en un entorno de paz y serenidad.