San Nicolás.- Daniel Carrillo, alcalde de San Nicolás, evitó responder a los señalamientos que apuntan a que este municipio se ha convertido en el epicentro de las emisiones industriales más peligrosas de la Zona Metropolitana de Monterrey, en medio de la creciente preocupación por la calidad del aire en ese sector.
El equipo de ABC Noticias cuestionó al edil sobre la nota publicada ayer por este medio, a lo que respondió que no puede reaccionar a información atribuida por la prensa.
“Yo no puedo reaccionar a algo que ustedes dicen que yo dije”, expresó el alcalde.
Sin embargo, una investigación realizada por ABC Noticias con datos oficiales del Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC) revela que cerca del 40 por ciento de los metales pesados liberados al ambiente provienen de un puñado de plantas ubicadas a menos de ocho kilómetros entre sí, dentro del corredor industrial que cruza San Nicolás y sus límites inmediatos.
Esa franja concentra instalaciones de algunas de las empresas más relevantes del estado, entre ellas las dos plantas de la acerera Ternium situadas junto a la UANL, además de otras fábricas que por años han sido señaladas en reportes técnicos por su persistente aportación de emisiones tóxicas que afectan a la población del área metropolitana.
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De acuerdo con el RETC, la planta Lagos de Ternium —ubicada en el municipio vecino de Apodaca— ocupa el primer lugar en emisiones de plomo, uno de los contaminantes más peligrosos y con mayor riesgo para la salud, especialmente en niñas y niños.
La exposición a este metal puede causar daños irreversibles en el cerebro, el sistema nervioso y los riñones, además de provocar alteraciones en la presión arterial y en la función reproductiva.
Otras industrias asentadas en San Nicolás y zonas aledañas, como Zinc Nacional, también figuran en los inventarios federales por la liberación de metales pesados como cadmio y arsénico, sustancias asociadas a afectaciones pulmonares severas, problemas renales y diversos tipos de cáncer.
Según una investigación de The Guardian y Quinto Element Lab, la suma de emisiones de estas plantas explica por qué este corredor industrial se mantiene como el punto más crítico en la liberación de sustancias de alto riesgo para la salud dentro de la metrópoli.
