Monterrey.- Tal como lo habían anticipado, sobrevivientes del huracán Gilberto y familiares de las víctimas acudieron ayer al memorial ubicado sobre la avenida Morones Prieto, a la altura de la calle Monte Palatino, para rendir homenaje a quienes perdieron la vida durante la tragedia ocurrida en septiembre de 1988.
Aunque el sitio permanece cercado desde hace un año, lo que impide el acceso directo al mural que fue erigido como altar en memoria de los fallecidos, los asistentes no dejaron pasar la fecha y colgaron coronas fúnebres sobre la malla metálica que rodea el lugar.
En los arreglos florales se leyeron mensajes dirigidos a los caídos, como el que recordaba al comandante César Cortez Vázquez, jefe del grupo “Cobra” de la Policía Judicial de Nuevo León, quien murió durante labores de rescate.
“En el 37 aniversario de su partida ofrendando la vida por el bien de la ciudadanía, septiembre 17 de 1988, agradecido por siempre comandante. César Cortez Vázquez. Tu compañero y amigo La Pantera J.A.V.F.”, se lee en una de las coronas fúnebres colocadas por el ex agente ministerial Juan Antonio Villarreal Ferrer.
Otros nombres que fueron recordados en las ofrendas fueron los de los agentes Óscar Vázquez Hernández, Miguel Manzano de la Cruz y Mario Javier Ríos, además de la mención expresa del “Grupo Cobra”, cuyos integrantes murieron auxiliando a la población.
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Villarreal Ferrer, sobreviviente del fenómeno natural, explicó que el propósito de acudir pese al cerco era mostrar inconformidad y “ver si a alguien le daba vergüenza” que el espacio permanezca inaccesible.
Señaló que, tras acudir en fechas recientes, constató que ya no se podía ingresar al mural, lo cual consideró un acto de abandono hacia la memoria de las víctimas.
Expresó que ha intentado localizar al responsable del terreno y preguntó en distintas instancias como el municipio de San Pedro y la dependencia de Desarrollo Urbano, sin que hasta ahora exista un registro claro sobre quién colocó el cerco. Incluso mencionó que en el Registro Civil no pudo obtener respuesta debido a fallas en el sistema.
Con nostalgia, pero también con firmeza, los sobrevivientes insistieron en que el huracán Gilberto, considerado el más devastador en la historia de Nuevo León, no será olvidado mientras existan quienes mantengan viva la memoria de sus víctimas.