Monterrey. – Rayadas eliminó a Pachuca al vencerlas 4-1 en el partido de vuelta, con un global de 7-1, avanzar a su séptima final de Liga MX Femenil y enfrentará a Tigres, de nueva cuenta, en el duelo por el título del Apertura 2024.
Las dirigidas por Amelia Valverde salieron serias desde los primeros minutos para asegurar enfrentarse a su archirrival por sexta ocasión, con tres triunfos para las Amazonas por dos de Monterrey.
Apenas iniciando el encuentro, Christina Burkenroad aprovechó la presión que generó Myra Delgadillo para robar un balón en zona baja para definir de forma perfecta ante la salida de la arquera Esthefanny Barreras.
El partido bajó su intensidad, y entre un Pachuca que no podía y unas Rayadas que no querían, Chinwendu Ihezou se encontró con un gran balón de Alice Soto, pero el remate con la cabeza se fue apenas desviado del marco de Pamela Tajonar.
Sin embargo, antes de terminar la primera mitad, apareció Charlyn Corral aprovechando un gran balón a profundidad para definir frente a Tajonar e igualar el marcador en el Gigante de Acero.
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En la segunda mitad, Lizette Rodríguez y Lucía García entraron al terreno de juego, siendo la española quien se encargaría de hacer el segundo gol de la noche para las actuales campeonas con una conducción impecable y una definición soberbia que dejó a Barreras sin posibilidades de atajar el esférico.
La fiesta rayada continuó en el Gigante de Acero con la anotación de Jermaine Seoposenwe tras un pase magistral de Merel Van Dongen prácticamente desde media cancha.
La sudafricana siguió siendo un dolor de cabeza para la defensa de las Tuzas, tanto que provocó un penal y la expulsión de Yirledis Quejada, aunque Rebeca Bernal fallaría la pena máxima al estrellar su disparo en el poste.
Con el partido por finalizar, Chinwendu pateó a Diana Evangelista en el área chica, provocando la expulsión de la futbolista de Pachuca y entregándole la revancha a Bernal, que en esta ocasión no falló para decretar el 4-1 definitivo.
Los 12,430 aficionados presentes en el Gigante de Acero explotaron con el silbatazo final, mismo que calificó a Rayadas a su séptima final y segunda consecutiva, y mantiene vivo el sueño del bicampeonato.