Monterrey.- La tercera fue la vencida, y la polémica Ley de Gestión Integral de Residuos fue aprobada en el Estado de Nuevo León por el Congreso local.
Esta expedición se hizo con la inconformidad de la bancada de Movimiento Ciudadano y los trabajadores de Simeprode, quienes aseguran que se ven afectados en su trabajo con esta adecuación legal, ya que los municipios reciben facultades para el manejo de la basura en el Estado.
Los diputados únicamente votaron la ley en esta sesión de pleno, pues anteriormente fue leída, pero no se había aprobado por falta de acuerdos entre la bancadas del PRI y PAN.
La diputada de Movimiento Ciudadano, Daniela Puente, presentó un voto particular para cambiar el contenido de la ley y respetar las atribuciones de Simeprode, pero se rechazó por mayoría.
Guadalupe Guidi, también diputada de MC, manifestó que esta ley ocasionaría un problema de salud pública al ser un retroceso en el manejo de residuos, donde se violan facultades del Ejecutivo.
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“Se podrán generar concesiones a libre disposición de los municipios sin transparencia y sin la expertiz necesaria para el manejo de los residuos”, estableció en tribuna.
Luis Susarrey, diputado local del PAN, puntualizó que los dichos de la bancada de MC no son correctos, pues a Simeprode no se le borra de los trabajos de recolección, sino que habla de que particulares pueden intervenir para competir en este negocio.
“Se reconoce que Simeprode es un órgano profesional y eficiente, por ello, no dudamos que tengan la capacidad de competir con otros particulares para obtener contratos en materia de recolección de residuos”, manifestó.
El dictamen se aprobó con 27 votos a favor, 12 en contra y cero abstenciones, mientras que la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Itzel Castillo, presentó reservas a los artículos 5, 21, 39 y transitorio primero.
Afuera del recinto legislativo, Celso Lugo, el líder sindical de Simeprode se instaló sobre la Explanada para volver a amagar con tirar residuos tanto en las proximidades del Congreso, como en las inmediaciones de las casas del Presidente de la mesa directiva, Mauro Guerra, y de la misma Itzel Castillo.