Monterrey.- El fracking, una técnica “desesperada” para extraer los pocos hidrocarburos que quedan en el subsuelo, significa para Nuevo León un 87 por ciento de riesgo de déficit hídrico, al requerir 5.1 millones de pipas de agua al año, reveló un estudio de la asociación CartoCrítica.
A través de dicha técnica, a diferencia del petróleo y gas convencional, hasta el 50 por ciento de la energía obtenida se pierde.
De tal manera, según los especialistas, Pemex no solamente les arrebataría a los nuevoleoneses el aire limpio, sino también el agua que dejó Alberto en las presas y acuíferos.
Con un total de 1,284 pozos con potencial de explotación no convencional, que representan un requerimiento hídrico anual de 51 mil 363 litros, la entidad es la segunda del noreste y sureste con mayor peligro en esta materia, tan solo detrás de Coahuila.
“Entre el 25 y 50 por ciento de la energía que se obtiene la perdemos, y eso implica que se tienen que perforar miles de pozos. Prácticamente, estamos drenando todo lo que podemos en esta carrera desesperada para obtener lo último de los recursos fósiles”, explicó al respecto el geólogo Luca Ferrari.
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La problemática estaría en manos de los diputados federales, particularmente los de 37 distritos pertenecientes al noreste y sureste del país, en donde existe riesgo de fracking, por lo que los investigadores hicieron un llamado a la actual legislatura a fin de que se prohíba tal práctica.
De dichos distritos, cabe destacar, 22 pertenecen a Morena; 8, al Partido Verde; 3, al Partido del Trabajo; 3, al PRI, y 1, al PAN. Lo anterior significa que el 97 por ciento del agua que peligra a nivel nacional por fracking correspondería a congresistas de la Cuarta Transformación.
Los legisladores nuevoleoneses a cargo de esto serían Luis Orlando Treviño, del PV; José Gloria López, del PT; y Juan Francisco Espinoza, del PRI.
“Consideramos que estos 37 representantes tendrían que ser los embajadores de la prohibición del fracking en México, y entre la coalición de Morena, el Partido Verde y el PT está el 97 por ciento del agua destinada al fracking en México.
“Está en sus manos, nada más que los estamos esperando”, comentó el antropólogo Manuel Llano.
El pasado 4 de junio, ABC Noticias publicó que lo que los ambientalistas nuevoleoneses le piden a la –ahora– presidenta Claudia Sheinbaum es que impulse una transición al uso de energías limpias, reevaluando el futuro de Pemex y de los combustibles fósiles.