Monterrey.- Con el aumento de afecciones relacionadas con el estrés, la depresión y la ansiedad, cada vez más personas aprovechan los vínculos que ofrecen las mascotas como apoyo emocional, aunque enfrentando cuestionamientos y voces en contra.
Para la especialista Trinidad Mares, psicóloga clínica dedicada a evaluar pacientes en proceso de certificar a sus animales de compañía, no se le debe restar importancia a la salud mental desde un enfoque especista, pues consideró que el rechazo surge a partir de un punto de vista limitado.
La profesionista, con base en el Estado de Jalisco, dedica parte de su práctica a entrevistar y asesorar a pacientes que busquen el certificado ESAN (animal de apoyo emocional, por sus siglas en inglés), con tal de mejorar su calidad de vida.
El documento de ESAN es utilizado como “prueba de que una mascota brinda apoyo a su propietario, y es emitido por un profesional de la salud mental. Al presentar el certificado, la aerolínea o línea de transporte terrestre ya no cobra la tarifa adicional por la mascota, ésta viajaría gratis; siempre y cuando cumpla con el requisito de peso máximo permitido para viajar en cabina”.
Por ello, quienes vivan alguna condición de salud mental, que no sea una discapacidad o padecimiento neurológico, pueden realizar el trámite para viajar con su perro o gato más fácilmente, mientras la mascota sea capaz de responder a indicaciones básicas y se encuentre socializada.
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Los animales de servicio, en cambio, cuentan con un adiestramiento especializado, edad de jubilación, fines médicos terapéuticos y mayor protección legal, por lo que el beneficiario puede acceder a todo tipo de comercio.
En países como Estados Unidos no es inusual encontrar transeúntes, comensales y turistas junto a gatos o perros, debidamente identificados con el ESAN.
Sin embargo, en México todavía existe un desconocimiento significativo del tema, en opinión de Mares, por lo que algunas personas emiten juicios relacionados con una “dependencia”, o critican la relación entre seres humanos y mascotas, desvalorizando los beneficios de éstas.
“Habrá personas que no piensen igual que yo, eso lo entiendo completamente, el desconocimiento es muy importante, por ejemplo, por parte de los establecimientos.
El tema no se ha tocado muy al fondo, incluso no hay una ley que los ampare, pasan desapercibidos.
“(Los comentarios en contra) son parte de la ignorancia sobre salud mental, no saben si (el paciente) está pasando por un duelo, si tiene depresión, si tiene algún trastorno sensorial, intelectual, mental, algo que la limite.
La gente está muy acostumbrada a ver perros de servicio para alguien con discapacidad, y si ven a alguien con un animal de apoyo emocional, piensan: ‘no, esto no es posible’, pero sí es”, explicó para ABC Noticias.
El tema ha sido analizado en más de una ocasión, como en la Revista INFAD de Psicología (International Journal of Developmental and Educational Psychology), y a nivel local por académicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León: “Terapia asistida con animales como apoyo en un taller de inteligencia emocional para adolescentes en una casa hogar”.
Luego de una búsqueda en internet, la persona interesada puede encontrarse con el servicio de alguien como Mares, quien hace el primer contacto a través de What’sApp. Posteriormente, aplica las pruebas para determinar si la mascota y el cliente son candidatos.
En caso de que no sea así, la evaluación no tiene costo, y de obtener un resultado positivo el precio de la valoración se incluye en el trámite del certificado, aunque el precio del mismo es diferente para los vuelos nacionales e internacionales.
“A través de una valoración psicológica y psicométrica integral, se le brinda la posibilidad a la persona de obtener el certificado de apoyo emocional. Se le brinda toda la información acerca del alcance y las limitaciones, es una orientación personalizada.
"El proceso es profesional, amigable, rápido, en un par de días se puede tener el certificado. Todo es a distancia”, señaló.
Cabe resaltar que no cualquier paciente ni ejemplar puede obtener el certificado, pues depende del tamaño, peso y conducta del animal, pues el peso máximo es de 12 kilogramos con transportadora incluida, aunque puede variar de acuerdo con cada aerolínea.
Por otra parte, algunas razas de perros, por sus dimensiones y características físicas, quedan fuera de consideración, como Pug, Rottweiler, San Bernardo, Pitbull y Bulldog, entre otros.
“Si bien los animales de apoyo emocional cuentan con ciertas restricciones a diferencia de los de servicio, es indiscutible la importancia que tienen para mejorar la calidad de vida.
“El vínculo que se establece entre el humano y la mascota puede ser terapéutico y enriquecedor para ambos, lo que hago es brindar una alternativa a personas que, aunque no presentan una discapacidad, presentan cuadros significativos de problemas emocionales y la compañía de sus mascotas es elemental, si no es que imprescindible para su día a día”, detalló Mares.