Monterrey.- La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Monterrey (Canaco Monterrey) estimó que las ventas relacionadas con el Día de Muertos generarán una derrama económica de aproximadamente 2 mil 464 millones de pesos en Nuevo León.
La cifra representa un crecimiento de más del 12 por ciento respecto al año pasado, cuando se registraron cerca de 2 mil 200 millones de pesos, de acuerdo con datos del organismo.
El presidente de Canaco Monterrey, Jaime Herrera Casso, destacó que la celebración impulsa a los sectores de comercio, servicios y turismo, especialmente por la venta de productos tradicionales como flores de cempasúchil, pan de muerto, alimentos típicos y arreglos florales, además de los servicios de limpieza y decoración de tumbas.
Agregó que este año se espera un mayor movimiento económico debido a que la festividad coincide con el fin de semana, lo que favorece la realización de actividades familiares y culturales relacionadas con la fecha.
“Esta festividad es una de las más importantes para todos los mexicanos y ha tomado fuerza en nuestra entidad, ya que nos brinda un motivo para recordar a quienes ya no están y al mismo tiempo impulsa al comercio organizado y a los prestadores de servicios”, expresó Herrera Casso.
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Finalmente, Canaco Monterrey recomendó a los consumidores realizar sus compras en establecimientos formales para garantizar calidad, seguridad y beneficios como cambios y garantías, además de contribuir al fortalecimiento de la economía local.
Qué es el Día de Muertos?
El Día de Muertos es una de las tradiciones más ricas y emblemáticas de la cultura mexicana, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Celebrada principalmente el 1 y 2 de noviembre, la festividad no es un luto, sino un encuentro festivo y solemne con los difuntos.
La creencia central es que, durante estas fechas, las almas de los seres queridos regresan a visitar el mundo de los vivos.
Para recibirlos, las familias mexicanas montan ofrendas (altares) coloridas en sus hogares o en los cementerios. Estos altares están cargados de simbolismo e incluyen elementos esenciales:
- Flores de cempasúchil: Su color naranja y aroma guían a las almas desde el cementerio hasta el altar.
- Velas: Representan la luz y la fe, y sirven para alumbrar el camino de los difuntos.
- Agua, sal y pan de muerto: Simbolizan la vida, la purificación y la ofrenda fraternal.
- Comida favorita: Se colocan los platillos y bebidas que el difunto disfrutaba en vida.
Esta celebración es una manifestación única de la dualidad vida-muerte y refuerza la identidad cultural del país, manteniendo vivo el recuerdo y la conexión con el pasado.
