Monterrey.- El exgobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, y su exesposa Adalina Dávalos presentaron denuncias en su contra debido a un conflicto por la vivienda que compartieron en el municipio de García.
De acuerdo con los expedientes, el matrimonio se disolvió el 28 de febrero de 2025, aunque las diferencias entre ambos continuaron tras el divorcio.
En la carpeta 130725/2025, Dávalos reportó ante la Fiscalía General de Justicia que el 2 de noviembre acudió con sus tres hijos menores de edad a una carrera de caballos en San Antonio de las Encinas, Coahuila, donde convivieron con Rodríguez Calderón.
Al regresar a Nuevo León, decidió quedarse en la casa ubicada en la calle Morelos, en el Centro de García, donde minutos después recibió una llamada de su exesposo.
Según su declaración, el exmandatario la insultó y la amenazó de muerte. Dávalos afirmó que, por temor, bloqueó el portón con una camioneta, pero alrededor de las 22:45 horas, Rodríguez y sus escoltas ingresaron al domicilio y le exigieron que se retirara.
Te podría interesar
Agregó que el exgobernador se encontraba bajo los efectos del alcohol y que golpeó en el brazo a su hermana, Corina Dávalos, cuando esta intentó grabar los hechos con su teléfono celular.
Por su parte, Rodríguez Calderón interpuso una denuncia registrada con el número 140458/2025, en la que acusó haber sido despojado del inmueble.
Indicó que, tras el divorcio, ambos habían acordado que él permanecería en la vivienda de García, mientras que Dávalos y sus hijos vivirían en un departamento del complejo La Capital, en Monterrey.
El exgobernador aseguró que dentro de la propiedad quedaron documentos oficiales, dinero en efectivo, joyería, relojes y otros bienes personales.
También sostuvo que continúa cubriendo los gastos de sus hijos y de su ex esposa, y que al intentar recuperar la vivienda fue impedido por Dávalos y su hermana.
En su denuncia, Rodríguez añadió que su abogado, Gabriel García, buscó dialogar con los representantes legales de Dávalos; sin embargo, ella habría respondido que la casa le pertenecía y que contaba con el respaldo de funcionarios estatales.