Monterrey. - De acuerdo con expertos, el sistema educativo en Nuevo León, es inadecuado para niños con autismo, ya que no reconoce sus necesidades, afectando su calidad de aprendizaje y su independencia.
Daniela Botello, directora del Proyecto “Casa Azul”, señaló en entrevista para ABC Noticias, que los planteles escolares no están adaptados y algunos docentes no están capacitados, además de que la expresión verbal y la comprensión son desafíos importantes para el menor que la padece.
Indicó que algunos otros menores requieren de otras necesidades al contar con alguna discapacidad, pero los edificios escolares y sus instalaciones no cuentan con rampas ni elevadores.
“El sector educativo no está preparado, no hay escuelas que sean realmente inclusivas, le ponen la etiqueta de que lo son, pero hay muchos niños que además del autismo tienen otras discapacidades, no hay elevadores, ni rampas para sillas de ruedas y un estacionamiento azul no es lo que las mamás necesitan para un niño con autismo”, indicó.
Asimismo, explicó que los niños con espectro autista suelen tener disfunción sensorial, por lo que cosas como luces brillantes, compañeros gritando o el sonido del timbre, pueden ser estímulos abrumadores que desencadenan ansiedad extrema o conductas agresivas.
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Otro reto es que cada maestro tiene distintos niveles de tolerancia y empatía hacia las actitudes que pueden tener las personas que tienen Trastorno del Espectro Autista. Especialmente si presentan algún comportamiento auto estimulatorio como repetir palabras o frases, mover los dedos o manos, o no expresar ninguna comunicación.
“Yo he tenido muchos alumnos y el último que tuve era un niño no verbal y llegaba el niño en una crisis y los maestros me pedían sacarlo y para mi era un él tiene que estar en su salón, porque este es su salón, esta es su aula, aquí viene aprender “, explicó.
Esto causa dificultades a los estudiantes, ya que se les suele catalogar como niños “difíciles”, especialmente al momento de incluirlos socialmente con otros niños.
Finalmente, indicó que urge formar a los docentes en estos temas y hacerlos conscientes de los retos que las personas con TEA padecen, conocer qué necesitan y cómo apoyarlos, ya que esto previene la exclusión escolar y los ayuda a sacar su máximo potencial.