‘¡Ya dásela!’: Trabajador y oso pelean por mochila en construcción de Monterrey

El hombre se arriesgó, ya que un oso hambriento puede ser impredecible y tomar una actitud agresiva.

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Monterrey. – Un oso se escabulló a una construcción a tratar de robarse parte de la comida que era degustada por los trabajadores, sin embargo, falló en su intento por llevarse una mochila ya que uno de los obreros se negó a entregársela, esto en un punto aun no revelado del estado de Nuevo León.

El video que ya circula en Facebook muestra cómo el oso negro se acerca a un área donde estaban dos trabajadores comiendo sus alimentos.

El animal olfateó algunos platos vacíos y un papel aluminio que ya no tenía nada, por lo que siguió buscando en sus alrededores hasta encontrar una mochila verde que le pertenecía a uno de los dos masculinos.

Primero simplemente se acercó a él, y a los pocos instantes se retiró y salió de la obra para tomar un poco el sol, momento que aprovecharon los trabajadores para sacar sus alimentos.

El oso no fue engañado, ya que si bien amagó con irse del lugar, todo apunta que percibió el olor de la comida y regresó al lugar para intentar llevarse un bocadillo.

Por segunda ocasión, el mamífero se acercó al hombre de la mochila verde y la sujetó con su hocico para llevársela, pero el individuo no lo permitió, situación que creó un ambiente de tensión.

La persona que captó el video con su cámara celular, al ver esto, pidió al hombre que soltara la mochila y se pusiera a salvo, pero este no accedió ni siquiera cuando el oso puso sus enormes garras sobre el artículo que muy probablemente guardaba comida.

“Dásela, pende… dásela, viejo, ¡dásela!”, se escuchó gritar al hombre, quien enojado vio cómo el oso no peleó más por la mochila y decidió retirarse definitivamente de la obra.

¿El hombre hizo lo correcto al no darle su mochila al oso?

Desde el punto de vista de la seguridad inmediata, el hombre se arriesgó al no darle su mochila al animal.

La regla número uno al encontrarse con un oso es evitar confrontaciones a toda costa, ya que un oso hambriento y motivado puede ser impredecible y violento.

Enfrentarse a él por una mochila, que al final es un objeto material, puso la vida del hombre en un peligro real e innecesario.

Los expertos en vida silvestre aconsejan dejar caer cualquier objeto que el oso quiera y retirarse lentamente.

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