Monterrey.- Sin importar quedarse sin dinero, Francisco Meléndez decidió apoyar económicamente a su padre y a un amigo en sus gastos médicos. Ahora lleva dos días durmiendo en la Central de Autobuses de Monterrey, a la espera de reunir suficiente dinero para regresar a Tijuana, ciudad donde vive y le espera un empleo.
Francisco, nacido en El Salvador pero con nacionalidad mexicana, salió de Tijuana hace un mes y 15 días con un presupuesto de 5 a 6 mil pesos. Primero visitó a su padre Francisco de 91 años, enfermo de la próstata, y luego a su amigo Adrián García en Comalteco, Veracruz, quien fue operado de una hernia. Allí gastó todo su dinero y tuvo que emprender su camino de regreso sin una sola moneda.
“De Comalteco salgo para Poza Rica, de ahí vine hasta Tampico, de Tampico me vine caminando, agarrando carretera para Ciudad Victoria. De ahí llegué a un camino que no había pasado, como Linares, y me topé con un trailero que me dio “raite”. Fue una ventaja, pero el tiempo que hice avanzando con el tráiler, aquí he perdido mucho tiempo”, explicó.
Relató que llegó a la ciudad y posteriormente a la central cerca de la 1:00 de la mañana del sábado, y hasta ahora, solo ha conseguido pequeñas cantidades de dinero por parte de policías, agentes ministeriales y viajeros, que le dieron cantidades de entre 1 y 10 pesos. El pasaje a Tijuana cuesta 3 mil 800 pesos, pero al momento de ser entrevistado este domingo, refirió contar con la mitad de esa cantidad.
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“Me han dado un peso, dos pesos, cinco, diez, y así salimos adelante. Confiando en Jesucristo, como cristiano que soy, le pido al señor para que supla mis necesidades como tanto lo necesita el pueblo mexicano y fuera del país”, externó.
Su situación lo ha llevado a pasar hasta tres días sin comer, hasta que algunas personas le ofrecieron alimento para sobrellevar la espera.
Francisco es padre de tres hijas en Tijuana y tiene una hermana con problemas de salud, sin embargo, se encontraba incomunicado pues dijo no tener celular en ese momento.
Por ahora, seguirá en la Central de Autobuses de Monterrey hasta reunir el dinero para volver a Tijuana y salir de esta situación que lo mantiene en desesperación.