Coahuila.- Dos semanas después de que 10 mineros quedaran atrapados bajo tierra y agua en una mina de Sabinas, en Coahuila, familiares de los trabajadores siguen en la incertidumbre, mientras las autoridades solicitan ayuda técnica a Estados Unidos y Alemania para avanzar en su misión de rescate.
Las causas del colapso, que sorprendió a todo el pueblo de Agujita el pasado 3 de agosto, aún no son claras pero los familiares descartan iniciar acciones contra posibles responsables por alguna negligencia, aunque no reciban algún remedio económico, ante la carencia de prestaciones laborales.
De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil, el derrumbe se dio por la perforación a una pared de una mina contigua abandonada, que contenía agua almacenada y que ocasionó su derrumbe e inundación.
Las autoridades mantienen las labores de rescate con más de 600 elementos militares, de Protección Civil, autoridades estatales y municipales, entre otros.
Hasta este miércoles, las autoridades han extraído más de 295 mil metros cúbicos de agua y mantiene instaladas 13 bombas con capacidad de extracción de 437 litros por segundo que trabajan continuamente las 24 horas del día.
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De acuerdo con un comunicado del Gobierno de Coahuila, el agua que se filtró al pozo, de donde solo 5 mineros lograron salir, se acumuló por más de 25 años y formaba parte de la mina Conchas Norte, que dejó de operar en 1996.
La mina donde ocurrió el derrumbe pertenece a la empresa El Pinabete, que según datos de la Secretaría de Economía (SE) se constituyó legalmente a finales de marzo de 2012.
De acuerdo con el Registro Público de Comercio de la SE, la “Cia. Minera El Pinabete, S.A. de C.V” se fundó por Héctor Omar Villareal González y Héctor Omar Villareal Beltrán, con al menos 20 actividades principales, según consta en su acta constitutiva.
Entre ellas, están la “extracción, explotación y explotación de toda clase de minerales”, así como la “compra-venta de toda clase de minerales”.
Familiares acusan lentitud y piden ayuda
El sábado pasado, los familiares de los mineros atrapados en la mina Pinabete pidieron la ayuda de equipos de rescate internacionales, pues sostuvieron que hay lentitud por parte de las autoridades mexicanas.
La desesperación de las familias comenzó luego de que el fin de semana pasado las autoridades mexicanas anunciaran que existían condiciones para descender y rescatar a los mineros que quedaron bajo tierra y agua, pero la operación se entorpeció.
Una nueva inundación derribó el intento de rescate, lo que se suma a múltiples intentos fallidos de las Fuerzas Armadas por ingresar un dron que se ha encontrado con estructuras que impiden su descenso.