México. - La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) discutirá mañana miércoles el otorgar un amparo a las hijas de un matrimonio que fue ejecutado extrajudicialmente por militares en Nuevo León.
La revisión corresponde al amparo directo en revisión 3512/2020, el cual es presentado por la ministra Margarita Ríos Fajart y cuyo objetivo es garantizar el derecho que tienen las hijas del matrimonio ejecutado la reparación de daño.
"Se plantea garantizar el derecho que tienen los familiares de víctimas de ejecuciones extrajudiciales, derivadas del uso excesivo de la fuerza pública, a reclamar una indemnización por responsabilidad patrimonial del Estado a través del establecimiento de una regla de imprescriptibilidad que no limite el plazo que tienen para demandar a las autoridades la reparación integral del daño", indica un boletín de la SCJN.
El caso en cuestión corresponde al de la ejecución de un hombre y una mujer el 3 de marzo de 2010 cuando ambos quedaron vulnerables en medio de un enfrentamiento entre militares e integrantes del crimen organizado.
"Cuando el fuego cesó, la mujer pidió auxilio para su esposo, que había resultado herido. El militar al que se dirigió le respondió con disparos, asesinó a ambos y lo presumió a sus compañeros gritando “ya me eché a dos”. Posteriormente, un elemento movió los cuerpos y les colocó armas para aparentar que eran miembros del crimen organizado", indica el boletín.
Al día siguiente de la ejecución extrajudicial, la Secretaría de la Defensa Nacional dijo en un comunicado que el enfrentamiento, que se llevó a cabo en el marco de la “campaña permanente en contra del narcotráfico”, fallecieron “cuatro delincuentes”.
Años después, en 2016, los familiares de las víctimas, entre ellos, la hermana de la mujer, que asumió el cuidado de las dos hijas del matrimonio, presentaron ante la Sedena un escrito de reclamación de responsabilidad patrimonial del Estado en donde expresaron que la muerte de ambos, derivada del uso injustificado de la fuerza pública por parte de los elementos del ejército, les causó un “tremendo sufrimiento”, mismo que se agravó cuando la institución dañó el honor y la memoria de sus familiares al tratar de hacerlos pasar por miembros del crimen organizado.