Ciudad de México.- Este jueves, la Suprema Corte de Justicia de la Nación admitieron el trámite para impugnar la reforma al Poder Judicial y una de las voces que se posicionó en contra de ello fue la ministra Lenia Batres.
Lenia Batres se ha caracterizado por ser una de las ministras que ha estado a favor de la reforma al Poder Judicial y que, en su momento, avaló lo dictaminado a cargo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y en esta vez no fue la excepción.
Fue durante la discusión de hoy que la ministra acusó que dar paso a este trámite de impugnación representaba un golpe de Estado al querer controlar el poder constitucional.
“La Suprema Corte estaría dando un auténtico, y lo digo con todas sus letras, golpe de Estado, al pretender someter a control constitucional el trabajo del poder constitucional reformador que ha participado en el proceso de reforma constitucional en materia de poder judicial.
“Por ello, resulta inaceptable la pretensión de atribuir facultades meta constitucionales a esta Suprema Corte a efecto de subordinar a los otros poderes de la Unión e incluso al poder reformador constitucional, emergiendo como un auténtico supremo poder conservador, que ni en los mejores tiempos del conservadurismo del siglo 19 concentró tal poder soslayando completamente el principio de separación de poderes y de supremacía constitucional”, dijo Lenia Batres.
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Respecto a la declaración de Lenia Batres, el ministro Juan Luis González Alcántara recordó que, en su momento, integrantes de Morena también hicieron peticiones a la Corte en contra del gobierno y nadie los había acusado de golpistas.
“Ernestina Godoy, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, en ese momento lo que pedían era revisar el proceso constitucional, el proceso de reforma de la Constitución hace 10 años, nadie en ese momento, reitero, los acusó de golpistas", dijo.
Las declaraciones de Batres también tuvieron en la Cámara de Diputados, al ser citadas por el diputado de Morena Arturo Ávila, quien dijo que “resulta inaceptable atribuirle facultades a la Suprema Corte para subordinar a otro poder, y más grave aún, a un poder soberano que ha sido electo por el pueblo de México”.
Ante ello, Kenia López Rabadán, vicepresidenta panista de la Cámara de Diputados, dijo que esto no es un golpe de Estado por parte de los ministros, pues es revisar a detalle la reforma judicial y mantener el equilibrio de los Poderes.
“Este es un verdadero equilibrio de poderes y de control constitucional. La Corte tendrá en sus manos la tarea de defender la autonomía del Poder Judicial. Es un momento histórico para nuestro derecho constitucional y nuestra democracia”, dijo.