Monterrey.- La Casa de Aramberri, ahora convertida en un restaurante que venderá hamburguesas, abrió sus puertas este miércoles y personas que están al frente de la administración de este negocio ya comienzan a dar cuenta de algunos sucesos paranormales.
Esta tarde, tras recibir a decenas de personas que hicieron fila para ingresar al establecimiento, una de las encargadas del lugar contó que en el lugar existen “presencias” que los trabajadores de este lugar refieren pueden ser de la familia Montemayor Lozano, la cual habitó esta casa hasta el 5 de abril de 1933, cuando Antonia y Florinda fueron asesinadas.
De acuerdo con la administradora, una de esas “presencias” se aparece en forma de sombra, la cual es de una complexión robusta.
“Sí hay una presencia muy fuerte de una mujer que se aparece en una ventana y asusta a mucha gente. Hay foto de esa sombra, creemos que es doña Antonia (Antonieta), por la corpulencia y fotos que tenemos”, dijo.
La administradora refiere que tanto adentro como afuera de la casa estas “presencias” rondan, pero asegura que ella las percibe con más fuerza en la parte exterior, lo cual dice es porque en esa zona de la casa se cometieron algunos rituales de santería.
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Estos rituales tuvieron lugar cuando la casa se encontraba en ruinas y era un punto de reunión de personas pertenecientes a grupos con creencias sobrenaturales.
“En la casa sí hay ciertas presencias como que más tranquilas, yo las (presencias) más fuertes las siento acá afuera, que fue cuando el boom que vinieron a hacer trabajos de brujería, santería, satanismo. Cuando finalmente accedieron a rentar esta casa, todo era escombro, se empieza a escarbar y se empiezan a sacar trabajos (brujería), cuerpos de animales”, dijo.
Aunque el personal de este restaurante quería que las instalaciones fueran bendecidas, no lo lograron, pues los sacerdotes que buscaron para este acto religioso se negaron a acudir a esta casa.
Pese a ello, el restaurante abrió y decenas de personas finalmente entraron a La Casa de Aramberri, cuyas paredes conservan misterio de aquel crimen que cimbró a la ciudad de Monterrey hace 91 años.