Monterrey.- Con la llegada de Halloween, las historias paranormales y los secretos escondidos resurgen en Monterrey. Una de las más comentadas es la leyenda de los túneles secretos de El Obispado, un tema que por generaciones ha despertado la curiosidad de historiadores, vecinos y cazadores de lo oculto.
Aunque no hay pruebas contundentes de su existencia, muchos aseguran haber visto entradas ocultas y pasadizos bloqueados bajo la colina más famosa de la ciudad.
De Casa de Reposo a Fortaleza Militar: La Historia de El Obispado
El barrio del Obispado, originalmente conocido como el Palacio de Nuestra Señora de Guadalupe, guarda una historia que supera los cien años. Su construcción comenzó en 1787, como parte de los primeros asentamientos formales en Monterrey. La iniciativa fue impulsada por Fray Rafael José Verger, quien lo concibió como una casa de reposo y oración para los habitantes del entonces joven estado.
Tras su muerte, el lugar adquirió un nuevo propósito: se transformó en una fortaleza militar que jugaría un papel importante en distintos episodios históricos. Desde entonces y pese a las múltiples modificaciones con el paso del tiempo, El Obispado sigue siendo un espacio lleno de historia… y de misterio.
Los tuneles secretos del Obispado: La leyenda que aún resurge en NL
Más allá de los muros antiguos y pasillos silenciosos, han surgido incontables relatos que alimentan la leyenda de los túneles secretos del Obispado hasta en la actualidad. De acuerdo con vecinos y curiosos aseguran que, bajo el antiguo palacio, existen pasadizos subterráneos que conectaban el sitio con distintos puntos de Monterrey, usados (según se dice) para escapar durante conflictos armados o proteger reliquias religiosas.
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Aunque no hay registros oficiales que confirmen su existencia, cada tanto aparece alguien que afirma haber visto una entrada sellada, un muro sospechosamente hueco o restos de un túnel oculto entre las viejas construcciones.
El primero de los tuneles, aseguran que vinculaba el Palacio de Gobierno de Nuevo León, pasando por Catedral y llegando al Obispado, durante la época de la invasión norteamericana en 1846.
Mientras que otros, aseguran que una elite secreta regiomontana decidio expandirlo hacia el Santuario , Cerveceria y Fundidora.
Entre historias que envuelven a El Obispado, la zona sigue siendo uno de los grandes misterios de Monterrey. Aunque los documentos oficiales y los historiadores no han podido confirmar la existencia de estos pasadizos ocultos.
¿Son los túneles una simple leyenda urbana o una verdad aún por desenterrar?
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