Nuevo León.- Los pecaríes son animales comunes en algunas zonas de México y aunque estas especies no suelen ser un peligro para el ser humano, estos pueden ser agresivos cuando se trata de defender su territorio.
En Nuevo León un reciente avistamiento de una familia de pecaríes ha alarmado a los habitantes. Pues ¿Qué sucede si sufres una mordida por una especie como esta? En la siguiente nota te lo contamos.
¿Qué es un pecarí y cómo puedo identificarlos?
Los pecaríes son mamíferos placentarios del orden Artiodactyla, de la familia Tayassuidae. En la comunidad, popularmente se les conoce como jabalíes americanos o cerdos salvajes americanos, sin embargo no están emparentados cercanamente con los jabalíes ni con los cerdos.

Aunque su apariencia es parecida a los cerdos, los pecaríes tienen una complexión más delgada, patas más largas y una cola corta. De hecho varían en tamaño según la especie, pero generalmente miden entre 75 y 100 centímetros de largo y pesan entre 15 y 30 kilos.
En cuanto a su pelaje es generalmente de color marrón o gris, y algunas especies tienen una banda de color más claro alrededor del cuello.
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¿Qué hacer si me muerde un pecarí?
Como te lo mencionamos al inicio, los pecarí no son considerados una especie peligrosa para los habitantes, pero se pueden suscitar ataques por parte de estos debido a defender su territorio o crías.
Sufrir una mordedura de pecarí se considera de riesgo si no se atiende a tiempo ya que estas especies pueden tener cierto tipo de bacterias o infecciones. De acuerdo con los expertos en medio ambiente detallan una serie de acciones si sufres una mordida de pecarí:
Mantén la calma
Intenta no entrar en pánico y evalúa la gravedad de la mordida. Esto ayudará a actuar mejor ante la situación de riesgo.
Lava la herida
Limpia la herida con agua y jabón neutro durante varios minutos. Asegúrate de eliminar cualquier resto de suciedad o saliva del animal. Los expertos coinciden que estos pueden cargar cierto tipo de bacterias o infecciones.
Detén el sangrado
Si la herida sangra, aplica presión directamente sobre ella con un paño limpio y seco. Mantén la presión hasta que el sangrado se detenga.
Desinfecta la herida
Utiliza un antiséptico suave, como alcohol o yodo diluido, para desinfectar la herida y prevenir infecciones.
Cubre la herida
Protege la herida con una gasa estéril y un vendaje limpio. Esto con la finalidad de proteger la herida el tiempo que tomes para acudir a un médico. Además de esto ayuda a evitar infecciones, mantener la humedad y favorecer la cicatrización.
Acude al médico
Es importante que acudas a un centro de salud lo antes posible para que un profesional evalúe la herida y determine si necesitas algún tratamiento adicional, como antibióticos o la vacuna antirrábica.