México.- El inicio de la Semana Santa y una de las fechas más simbólicas del calendario litúrgico cristiano.
El Domingo de Ramos no es solo una celebración religiosa más; es el inicio oficial de la Semana Santa y una de las fechas más significativas para los creyentes católicos.
Cada año, millones de fieles acuden a iglesias con palmas y ramas de olivo en mano para conmemorar la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, un acontecimiento cargado de simbolismo, fe y esperanza.

Origen del Domingo de Ramos
La celebración del Domingo de Ramos tiene su origen en los relatos bíblicos del Evangelio, específicamente en el momento en que Jesús entra a Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo recibe con cantos de alabanza y hojas de palma, gritando "¡Hosanna al Hijo de David!".
Este gesto de la gente era una forma de reconocer a Jesús como el Mesías esperado.
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Desde el siglo IV, esta tradición comenzó a formalizarse en la Iglesia cristiana.
En Jerusalén, los fieles recreaban la entrada de Jesús recorriendo el Monte de los Olivos hasta la ciudad, cargando ramos y entonando salmos.
Con el tiempo, esta costumbre se extendió por todo el mundo católico.
El simbolismo de las palmas y los ramos
Las palmas y ramos bendecidos durante la misa del Domingo de Ramos no son solo adornos.
Representan la fe de los creyentes y su reconocimiento del mensaje de Jesús.
Tras la misa, muchas personas los llevan a casa como símbolo de protección y bendición durante todo el año.
Posteriormente, estos ramos son guardados hasta el Miércoles de Ceniza del siguiente año, cuando son quemados para crear la ceniza que se usará en la ceremonia que inicia la Cuaresma.
Una fecha que marca el camino hacia la Pascua
El Domingo de Ramos no solo recuerda un hecho histórico, sino que marca el inicio de los días más intensos y solemnes del cristianismo: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Es una invitación para los fieles a reflexionar sobre su fe y renovar su compromiso espiritual.
En resumen, el Domingo de Ramos es una celebración profundamente significativa que une historia, fe y tradición.
Su mensaje sigue vigente y cada año convoca a millones de personas a vivir con devoción el inicio de la Semana Santa.