México.- ¿Eres de los que sienten dolor en las rodillas justo antes de que empiece a llover? Aunque la creencia popular ha existido por siglos, recientemente la ciencia ha logrado descifrar el verdadero motivo detrás de esta curiosa conexión.
El dolor no está en tu imaginación, y la razón tiene que ver con algo que no puedes ver. Continúa leyendo y conoce más sobre el dolor de rodillas.
Cambios en la atmósfera y el dolor de rodillas
En un informe médico, la especialista Raquel Almodóvar González, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) dio a conocer que la explicación a esta molestia se podría relacionar con los cambios en la presión barométrica
Además, los especialistas han observado que tanto el frío como la presión atmosférica pueden influir en la viscosidad del líquido sinovial. Este líquido, cuya función es lubricar las articulaciones y actuar como un amortiguador, puede volverse más espeso con los cambios de presión, lo que provoca una pérdida de sus propiedades.
Como consecuencia, se puede generar mayor rigidez y fricción en las articulaciones, lo que se traduce en esa sensación de molestia. Sin embargo, es importante señalar que algunos estudios científicos no han logrado confirmar de manera concluyente esta asociación.
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El frío y la humedad
De acuerdo con las últimas investigaciones apuntan que cuando la presión atmosférica baja suele coincidir con mayor humedad lo que hace que modifique la presión intraarticular causando dolor.
Los especialistas en la salud, recuerdan que las personas que sufran algún tipo de enfermedades en las articulaciones como: artritis, enfermedades inflamatorias o autoinmunes se les recomienda vivir en zonas cálidas y secas.
¿Cómo mitigar el dolor de rodilla durante el frío o la lluvia?
- Viste con capas: Usa pantalones gruesos, leggings térmicos o pantalones deportivos para mantener el calor.
- Usa rodilleras de compresión: Estas prendas pueden ayudar a mantener la articulación caliente y mejorar la circulación sanguínea en la zona, lo que reduce la sensación de dolor.
- Realiza estiramientos suaves: Dedica unos minutos al día a estirar tus piernas y rodillas.
- Practica ejercicios de bajo impacto: Caminar en interiores, nadar o usar una bicicleta estática son excelentes opciones para mantener la articulación activa sin someterla a mucho estrés.
- Compresas calientes: Aplica una compresa de agua caliente en la zona afectada por 15 o 20 minutos.
- Masajes: Realizar un suave masaje en la rodilla puede ayudar a mejorar la circulación y reducir la molestia.
- Hidratación: Mantenerte bien hidratado ayuda a que el líquido sinovial conserve sus propiedades lubricantes.